Cuando llegas a Fitur (Feria Internacional del Turismo en Madrid) por primera vez es como viajar a todo el Mundo sin necesidad de moverte del mismo lugar. Si accedes por el pabellón central, nada más entrar te abruma tanta diversidad de personas, prensa y medios de comunicación, eventos, música, bailes, conferencias… muestran lo mejor que cada destino tiene: fiestas, costumbres, gastronomía, arquitectura, personalidad, etc. Es una EXPLOSIÓN de sensaciones.
Tus sentidos quieren despertar pero la verdad es que es difícil, entre el madrugón y la luz led de los pabellones… cuesta despertar…
Y es que ante tanta diversidad, uno piensa:
– «Cuánto me queda por conocer».
Y en esa reflexión de la primera vuelta, todo parece precioso, ordenado y curioso.
Pero luego…
Te das cuenta que la reunión que tienes tan importante es en el pabellón H y tú estás en el A…
EMPIEZA EL JUEGO…
En 15 minutos pasas por los Carnavales de Tenerife, el Festival de Teatro Clásico de Mérida, el Trail de La Palma, los safaris de Namibia o la Txalaparta de Pais Vasco…
– ¡Uf! Respiras… y por fin has llegado. Te colocas la chaqueta y «palante».
Después de recorrer todo el Mundo entero, ahí está tu reunión y tu motivo.
Es difícil no dejarse llevar en Fitur, hay mil posibilidades y oportunidades. Eres tú y tu empresa contra/con todo el Mundo y eso, es un abismo que hay que aventurarse a probar.
Yo de momento me voy a montar en un tren cremallera de Francia que me sube a las montañas y voy a seguir pensando en viajar, desde donde sea, pero viajando.
Sara Fortuna.